Nuria Metzli

"Nuria Metzli, vida, muerte, actitud, cuatro elementos"
 

 La obra pictórica sobre tela, papel, cartón o madera realizada en técnica mixta por la artista mexicana residente en Italia, se caracteriza por adoptar un lenguaje personal, en el que plasma estados de ánimo, vivencias, actitudes y vicisitudes.
Su obra es expresiva, contrastada, de colores intensos y fuertes, en la que predomina el concepto y la idea.
No describe sino que nos adentra a un mundo complejo, en el que, en ocasiones, se expresa mediante símbolos y alegorías, como si quisiera comunicarse a través de estadios mentales, también mediante situaciones de composición abstracta que se refieren a momentos e instantes. No describe, pero si anuncia el entorno, la evidencia del tono, la determinación en realizar cada acto de muestra propia vida.
Nuria Metzli exhibe escenas e instantes de vida, muerte, con actitud, es decir empleando un diálogo permanente consigo misma y con respecto a los demás.
Posee un inmenso respeto por la otra vida, por los seres que nos han dejado, no los olvida, dado que forma parte de su creencia más absoluta.
Conecta con los estadios mentales de quienes se encuentran en contacto con espíritus del más allá, pero sin darle excesiva importancia.
Su mirada mira sin mirar, es como si atravesara paredes, derritiendo montañas, siendo respetuosa con el medio ambiente, con el planeta tierra, por eso investiga en los cuatro elementos, en su poder de persuasión.
Busca situaciones determinadas que no acaben en una somera descripción, concentrando su atención en momentos concretos de la existencia, inmortalizándolos como queriendo generar un punto de máximo cultural. Es decir que la existencia está elaborada en base a momentos que son únicos.
Cada momento es la evidencia en que todavía hay esencia. Y la búsqueda de la esencia le permite crear una obra que trasciende aunque no lo pretenda.

Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)

 

Si potrebbe definire un'espressione artistica istintiva -ad un primo approccio- osservando i lavori pittorici di Nuria Metzli. Ma così non é; poiché l'assenza di un messaggio specifico isola, quadro su quadro lo spirito creativo del momento: esperienza aperta e tesa ad esteriorizzarsi oltre lo spazio artistico, per approdare nel solco di una evoluzione pittorica che trova completamento per fasi successive e susseguenti. Quadro dopo quadro: una sequela di frammenti in movimento sembra echeggiare stati d'animo colti (sorpresi) nella loro essenzialità, e predisposti a testimoniare una teoria di concatenate esaltazioni di pena o di grazia, lungo un percorso di inconscio e di intenzionalità. Ecco dunque, raffigurazioni improprie, prodromi di una elaborazione che sposta in avanti un esame, un sentire etico e spirituale. Come una lunga fermentazione interiore, ci appare la sequenza di alcune tele, che sembrano riprodurre impronte primordiale; caverne intestinali; fantasiosi archetipi animali; forme "centauree" sospese tra il mito e la costellazione celeste. Nell'insieme, una parabola di immagini che rimandano a sentimenti in movimento, capaci di raccontare un carattere, una cultura, una sensibilità: sintesi che bene esprime la personalità: messicana, figlia d'arte, già capace di imprimere del distinguo nel vasto e variegato mondo artistico contemporaneo.

Dante Fasciolo
Direttore della rivista Arte e Fede
luglio 2002
 
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